miércoles, 14 de octubre de 2009

EL AMOR QUE SE MECE EN MI CORAZÓN.




El amor que se mece en el corazón, no te deja tranquila.

El sentir que se queda allí, acunándose,

creciendo en el silencio.

El amor... el amor que rompe toda estrechez

que colma el alma más seca

los sentimientos más íntimos.

El amor es el sentimiento más puro

El lecho donde yacen los amantes,

Donde nadie puede cercenar

un único espiritu,

ni tan siquiera la muerte.


El amor es el sol radiante en el alma !!.

aliento y alas para volar...

Por eso los seres la busquen, la atrapen, la mimen.

Danzado en la mirada hasta que hechice

a aquel que se le insinua.

Bailar una danza mágica...

abrazar su encanto, si.

Es lo más anhelado por todos. Por tí... por mí.

Pues yo tengo necesidad de embriagarme de ella

de seguir su ritmo y su dulzura.

De elevarme contigo

y saborear tus labios sellándolos

con la pasión de un beso.

Una mirada, amor, tan sólo un gesto,

el roce de las yemas de tus dedos.

confidencias susurradas al corazón.

sentirte noche y día ... alma de mi alma

como la brisa que acaricia mis latidos.

Siendo tu, Amor mío ...

tierra, semilla y raíz

El óvulo fértil del amor supremo.

Y vas creciendo tan alto...

y son tan lindas tus hojas

que yo voy diluyéndome en ti,

rendida y colmada de ti, pero si mi...

ya extenuada y plena

sintiendo el calor de lo eterno

en mis entrañas sedientas.


( Dedicada a la mujer que amo ).

EL REGALO DE LA LIBERTAD.





Tras el horizonte, rayando el límite de lo visible, algo se acerca volando.

Iluminado por el sol, sus alas están bañadas de chispeantes colores,

parece que con su aleteo cubriera el cielo de diminutas lunas que

desaparecen si las miras con fijeza.

Todo teñido de rojo por la aurora ... el vuelo majestuoso de aquella ave

que se perfila como una gaviota, se recorta sobre el azul cristalino del mar.

! Viene a mí, ... se dirije hacia mí !

Todo su cuerpo : alas, pico, ojillos ... están hechos de trasparencias como

el cristal y su bellísimo plumaje revestido con los matices del arco íris.

Parecía un espejismo... mas no lo era.

Ya que su fascinante figura se reflejaba sobre las aguas, trasfigurándose así

de ave a pez alado.

Y como si el mar hubiera tenido conciencia de ello, desde sus hondas

entrañas empezaron a brincar, saltar y zambullirse en una alegre y alborozo

delírio y paroxismo toda clase de peces.. uno tras otro, como dándole la

bienvenida.

Un aire de gracioso misterio envolvía todo. ... Y yo que observaba aquello,

anhelé unirme a esa mirada que parecía traspasarme.

! Qué juego de luz, armonía y belleza !

Si hasta la luna parecía querer estar por más tiempo presente,

pendida desde lo alto, refulgiendo con sus haces luminosos las alas de la

gaviota.

Sol y luna ... y el fuego de la alborada y ondulante mar. Me sentí presa de

una fuerza sobrenatural.

Entré en las aguas hasta la cintura. La gaviota ya se hallaba más cerca de

mí,
cada vez más radiante. No... no podía apartar sus ojos de mis ojos.

Sin saber cómo ni cuándo, súbitamente me ví rodeada de conchas marinas

que se iban abriendo a medida que la hermosa ave se acercaba.

Las naqueadas conchas se abrieron por completo. En el centro una perla.

Y estás magníficas perlas se unireron sobre el cuello de ella, engarzadas

por la misma luz que brotaba de cada una .

Sentí que mi cuerpo iba consumiéndose poco a poco , mis pies tomaron la

grandiosidad del espacio marino. Y cuando ya apenas tenía conciencia de él,

la imponente gaviota me rozó suavemente la mejilla.

Desde aquel preciso instante... ya unida a ella, me remonté hacia el cielo

y las estrellas. libre de toda atadura.

¿ Acaso fue un sueño ?

O es ahora cuando ciertamente estoy soñando. .... ¿ Quién lo sabe ... ?